Frases de «El gato negro»
Cuenta una historia espeluznante que incluye temas como el alcoholismo, el matrimonio y el amor por los animales. Sin embargo, como suele ocurrir en sus historias, lo normal se convierte en algo perturbador y siniestro, convirtiendo la vida en una auténtica pesadilla.
Experimenté una sensación mitad horror, mitad remordimiento, por el crimen de que me había hecho culpable.
Edgar Allan Poe.
Pero era todo a lo más un débil y equívoco sentimiento, y el alma no sufrió las heridas.
Edgar Allan Poe.
Con todo, tan seguro como existe mi alma, yo creo que la perversidad es uno de los primitivos impulsos del corazón humano.
Edgar Allan Poe.
Verdaderamente sería insensato esperarlo en un caso en que mis sentidos arrojan su propio testimonio.
Edgar Allan Poe.
¿Quién no se ha sorprendido cien veces cometiendo una acción sucia o vil, por la sola razón que él sabía que no la debía cometer?
Edgar Allan Poe.
Hay en el desinteresado amor de un animal, en su abnegación, alguna cosa que va directamente al corazón.
Edgar Allan Poe.
Horrible armonía que surgiera al unísono de las gargantas de los condenados en sus torturas y de los demonios que gozaban en la condenación.
Edgar Allan Poe.
La tristeza de mi humor de costumbre se acrecentó hasta hacerme aborrecer a todas las cosas y a la humanidad entera.
Edgar Allan Poe.
El amor generoso y sacrificado de una bestia toca directamente el corazón de una persona que ha tenido ocasión de probar la falsa amistad y la vulnerable lealtad del hombre.
Edgar Allan Poe.
Ya no volvería a verle nunca: Mi dicha era infinita. Me inquietaba muy poco la criminalidad de mi tenebrosa acción.
Edgar Allan Poe.
Tan notable era la ternura de mi corazón, que había hecho de mí el juguete de mis amigos.
Edgar Allan Poe.
Sobre su cabeza, estaba colocada la abominable bestia cuya astucia me había inducido al as
Edgar Allan Poe.esinato y cuya voz acusadora me había entregado al verdugo.
Experimenté una sensación mitad horror, mitad remordimiento, por el crimen de que me había hecho culpable.
Edgar Allan Poe.
Pero era todo a lo más un débil y equívoco sentimiento, y el alma no sufrió las heridas.
Edgar Allan Poe.
Con todo, tan seguro como existe mi alma, yo creo que la perversidad es uno de los primitivos impulsos del corazón humano.
Edgar Allan Poe.
Verdaderamente sería insensato esperarlo en un caso en que mis sentidos arrojan su propio testimonio.
Edgar Allan Poe.
¿Quién no se ha sorprendido cien veces cometiendo una acción sucia o vil, por la sola razón que él sabía que no la debía cometer?
Edgar Allan Poe.
Hay en el desinteresado amor de un animal, en su abnegación, alguna cosa que va directamente al corazón.
Edgar Allan Poe.
Horrible armonía que surgiera al unísono de las gargantas de los condenados en sus torturas y de los demonios que gozaban en la condenación.
Edgar Allan Poe.
La tristeza de mi humor de costumbre se acrecentó hasta hacerme aborrecer a todas las cosas y a la humanidad entera.
Edgar Allan Poe.
El amor generoso y sacrificado de una bestia toca directamente el corazón de una persona que ha tenido ocasión de probar la falsa amistad y la vulnerable lealtad del hombre.
Edgar Allan Poe.
Ya no volvería a verle nunca: Mi dicha era infinita. Me inquietaba muy poco la criminalidad de mi tenebrosa acción.
Edgar Allan Poe.
Tan notable era la ternura de mi corazón, que había hecho de mí el juguete de mis amigos.
Edgar Allan Poe.
Sobre su cabeza, estaba colocada la abominable bestia cuya astucia me había inducido al as
Edgar Allan Poe.esinato y cuya voz acusadora me había entregado al verdugo.